Consolidados los ejercicios de Control Motor que buscaban activar la musculatura profunda (encargada de estabilizar la columna y articulaciones), empezaremos a añadir movimientos muy sencillos retando esa estabilidad. Progresivamente, iremos complicando los ejercicios aumentando la carga, lo que significa que iremos implicando cada vez más grupos musculares. De esta manera, nos aseguramos de que cada músculo cumpla con su función evitando esas contracturas en los músculos débiles y sobrecargas en los que intentan suplir a los débiles.
De esta manera, enseñaremos al cuerpo a moverse bien tomando consciencia de ello para que en el día a día, el paciente sepa cómo se tiene que enfrentar a posiciones que suelen ser molestas.
Estas sesiones son individuales puesto que deberemos hacer un programa específico según la lesión, teniendo en cuenta las compensaciones, malas alineaciones, etc, de cada persona, con la finalidad de corregirlas, y estabilizar la zona de lesión.
Lo ideal es combinarlo con Redcord y, seguramente, en una primera etapa, también seguirá combinándolo con sesiones de Terapia Manual
Una vez la lesión sea estable, podrá pasar a clases de Pilates en grupo (suelo y/o máquinas) para mantener lo ganado e ir retando cada vez más la zona lesionada para hacerla más fuerte y resistente.